4/17/2009

Aquel reflejo que llamamos realidad (Parte 2)



En el punto de “lo simbólico”, situamos bajo que posibilidades y leyes del lenguaje es factible utilizarlo en forma estratégica, es decir, con una función determinada.

Si bien todo el tiempo utilizamos las propiedades del lenguaje para el uso estratégico, y el ejemplo más evidente es la mentira, resaltamos allí la importancia de situar al enunciador en todo acto de enunciación, sobre todo cuando este enunciado tiene como interlocutor una gran parte de la sociedad, es decir, cuando es de carácter político (ya sea su locutor: Tinelli o la presidenta, etc). Situar al locutor no es solo decir quién es, sino a quien representa, desde que lugar habla, a quien habla.

También situamos al concepto, palabra, signo, lenguaje como aquellos lentes con lo cual se interpreta lo real, elaborando así una realidad compartida y otra individual, que coexisten simultáneamente.

En convergencia, si sumamos la posibilidad de utilizar estratégicamente el lenguaje a las siguientes proposiciones:

- El lugar de lo simbólico como mediador entre lo real y el sujeto,

- la función del lenguaje de producir determinada realidad compartida pero también individual (produciendo imágenes psíquicas).

- Y el carácter de masivo de los medios de comunicación…

…obtenemos así el arma más efectiva y silenciosa para hacer uso del ejercicio del poder en una sociedad de control (Deleauze):

La imposición de determinada concepción de realidad colectiva e individual…

por medio de:

- principalmente, los medios de comunicación en manos de intereses privados (el 99% de los medios de alcance masivos)

- determinados modelos de educación primaria, secundaria y universitaria (principalmente las de capital privado como las de orientación religiosa)

- otras instituciones.

He aquí el punto de partida de la elucidación de hoy: la construcción de la realidad a través de los componentes imaginarios del lenguaje (Lacan) o de las significaciones imaginarias sociales (Castoriadis).

2- Lo imaginario.

Hagamos un pequeño ensayo: tratemos de contestar a la pregunta ¿Qué es la realidad?.

Como punto de partida ya marcamos la diferencia con lo real: la realidad se construye a partir del lenguaje en dos dimensiones, una social (por ejemplo que necesitamos del dinero para vivir) y otra individual (por ejemplo que María sigue enamorada de mi, sin importar que en lo real lo esté, o no, es una construcción). Por el otro lado tenemos lo real, aquello que existe independientemente a la construcción simbólica de la realidad, es decir, si nos pegan con un ladrillo en la cabeza, sepamos o no que es un ladrillo, que fue arrojado por alguien y todo eso, va a doler igual, ese dolor, es real. Asi mismo el nacimiento, la muerte comportan hechos reales, no producidos simbólicamente aunque luego se haga el intento de simbolizarlos.

Ahora, sobre lo real del nacimiento de una persona, se va a construir simbólicamente una realidad, tanto en la persona que nació como en las personas a su alrededor. Esta realidad de producción simbólica es lo que nos diferencia de otras culturas (con el mismo real del nacimiento, la muerte y el dolor) como las culturas aborígenes americanas, de la sociedad romana, y de los cavernícolas si quieren. ¿Se ve?, con mismos reales, se pueden construir realidades distintas.

¿Cómo se construye una realidad? Con imágenes.

Hagamos un ensayo y no vale hacer trampa, es decir, primero realicen el ejercicio y luego sigan leyendo:

1) Cerremos los ojos y pensemos en “un árbol”.

2) Idem, en “libertad”.

3) Idem, en “amor”.

4) Idem, en “palabras”.

Como se abran dado cuenta, es imposible no pensar en imágenes, como decía Sausurre, a todo significante le corresponde una imagen que es representada mentalmente, aun así para aquellos significantes que no comportan una imagen física en lo real, por ejemplo: “la libertad”, pero aun asi, más de uno se habrá representado una paloma, la estatua de la libertad (espero que no, ja), etc. Con el significante “amor” pasa lo mismo, la gran mayoría se abra representado un corazón por más que no tenga nada que ver con lo que es el amor en lo real (la medicina lo demostró más de 3 siglos atrás, es decir, no se ama con el órgano corazón).

¿se ve como las imágenes condicionan el sentido en que entendemos las cosas? Por ejemplo, seguramente una sociedad aborigen de áfrica no se va a representar mentalmente el “amor” con un corazón sino con alguna otra cosa. Como se preguntaba mi papá ¿Por qué comemos chocolates en navidad y adornamos con nieve el arbolito si en Argentina hace 28 grados en diciembre?, es más, yendo un poco más lejos, Jesús supuestamente nació en el clima mediterráneo, es decir, prácticamente en el desierto. ¿Acaso estas imágenes de la navidad y Papá Noel no tienen que ver más con la coincidencia del 24 de diciembre y un clima particular en un país particular? Basta con mirar la película “Mi pobre angelito” o cualquier película yanqui para responder esta pregunta.

¿A caso cuando pensamos en navidad no pensamos mas en Papa Noél que en el nacimiento de Jesús, a lo cual supuestamente representa la navidad?, ¿acaso la existencia de Papá Noel no es la condición necesaria para obligar a todo padre a COMPRAR regalos a sus hijos?, supongo que el Chaco Argentino y África no están en la ruta del GPS del trineo de Papa Noel.

¿Cuando pensamos en gaseosa no se nos viene la imagen de Coca Cola?, ¿cuando pensamos en familia, no se nos vienen aquellas imágenes en los libros de nuestra niñez y de la escuela primaria?, ambos padres, dos hijos, una mascota, una casa.

Otro ejemplo de la importancia de las imágenes en la construcción de la realidad, corresponde a la serie de documentales “Voces contra la Globalización”:

La escena es la siguiente, una madre de un pueblo africano y sus dos hijos alrededor del fuego en el momento del día en donde se supone que van a comer. La madre acuesta a sus dos hijos de forma en que ambos puedan ver la cacerola humeante de agua hirviendo a la espera de la comida. La mujer se aleja unos pasos, fuera de la vista de los niños, recoge algo del suelo y lo hecha dentro de la cacerola haciendo ruido. Los chicos son advertidos de que la comida ya está en proceso de cocción y que pronto van a comer. La madre comienza a revolver los supuestos ingrediente una y otra vez sin detenerse hasta que los niños se quedan dormidos.

¿Saben que había en la cacerola? Piedras. Lo único que esos chicos comieron fueron las imágenes de una comida que nunca existió, así se vive, o mejor dicho, así se muere en muchos lugares por fuera de nuestra realidad.

Si una imagen puede sustituir el objeto real “comida” y que da cuenta de una necesidad de bajo nivel de simbolización como es el hambre, háganse una idea de la importancia que cumplen en nosotros que tenemos acceso a la televisión, las imágenes.

¿A caso no llegamos a los límites de reducir los vínculos humanos a las imágenes?, Hoy no buscamos en amor en las personas, buscamos el amor en las imágenes, es decir, en las representaciones más o menos compartidas de lo que es “estético” o “bello”. Ojo, no estoy diciendo que somos todos unos desalmados materialistas y que no nos importan los sentimientos de los demás, lo que digo, es que justamente son así las personas que controlan la producción de subjetividad actual usando como herramienta principal los medios de comunicación masivos.

De hecho, las imágenes a menudo nos preexisten como sujetos, es decir, están desde antes de que naciéramos, así que pensemos en qué medida rigen y determinan nuestras vidas.

Hasta aquí pareciera que las imágenes son malas y que lo real es bueno, no nos apresuremos.

Es imposible vivir sin imágenes, es lo que llamamos los “propósitos de nuestra vida”, “el destino”, “Dios” y todo aquello por lo cual creemos que no debemos “cortarnos de un tajo las venas” (“Mas de cien mentiras”, Joaquín Sabina).

El punto importante esta justamente en la dimensión estratégica de la producción de imágenes, ¿nosotros mismos en conjunto construimos nuestra propia realidad en beneficio de TODA la sociedad, o justamente no es un sector minoritario quien determina en parte la misma?.

Sigamos con los ejemplos ¿Qué imagen tiene la clase media de los piqueteros, o de los muy pero muy mal llamado “villeros”, etc.?, digo, ¿alguna vez hablamos con alguno?, ¿alguna vez fuimos a una asamblea “piquetera”?, ¿alguna vez pasamos una noche en una “villa”?, o ¿simplemente vimos todo por televisión?, y para colmo no solo en forma de imagen, sino con un significado totalmente pegado.

¿A caso en los medios sale que todos los días se mueren más de 10 niños argentinos por problemas relacionados al hambre, más de 150.000 en el mundo? Y estas solo son las cifras referidas a los chicos.


Luciano Palacios